La industria del transporte está al comienzo de un período de grandes y rápidos cambios motivados por la introducción de las TIC y sus avances tecnológicos. Conceptos que hace muy pocos años nos parecían futuristas, como los vehículos sin conductor, son ya una realidad.
Desde siempre , el transporte ha tenido un rol clave en el comercio, pero en los últimos años ha adquirido un papel fundamental en la evolución de la industria y el comercio actual. Fenómenos como el ecommerce no se pueden entender sin el nivel de sofisticación y desarrollo de la logística moderna.
En 2016 hemos presenciado grandes avances en la industria del transporte que son solo una pequeña muestra de lo que está por venir en el mundo del transporte y la logística. La inteligencia artificial, el big data y la robótica, tienen en este campo infinidad de aplicaciones prácticas que apenas estamos vislumbrando en la actualidad, pero que cambiarán nuestra forma de desplazar personas y mercancías en muy pocos años.
La nueva sociedad de la información, requiere cada vez de un mayor número y volumen de transporte, de personas y mercancías, por unos medios e infraestructuras que ya operan al límite de su capacidad.
Las TIC aplicadas a la industria del transporte, junto con el desarrollo de nuevas infraestructuras, permitirán en los próximos años una mayor optimización y aprovechamiento de estos canales para mantener el ritmo de crecimiento y afrontar los retos que se presentarán en los próximos años.
Una de las máximas sobre las que se asienta la transformación digital es que la sociedad vive en una comunidad donde la información fluye de forma constante y siempre está disponible.La gran cantidad de información, capacidad de computación y análisis de la que disponen los operadores de la industria del transporte actualmente permiten un grado de optimización y ajuste de costes sin precedentes.
En el ámbito del transporte, el Internet de las cosas, la tecnología cloud y el big data permiten tener una visión completa de la cadena de valor, recibiendo información en tiempo real del estado de los transportes, rutas y flujos, así como de otros datos que pueden afectar directamente a los costes, como problemas meteorológicos, estado del tráfico, accidentes o cualquier otro tipo de incidencias y reaccionar frente a ellos en tiempo real.
Toda esta información puede después ser procesada y analizada, junto a otros factores, como la oferta y la demanda de servicios en determinados momentos o zonas geográficas, para tomar decisiones que aumenten el rendimiento de la empresa, incidiendo en factores que puedan reducir los costes y mejorar la eficiencia en general.
En el estado actual tecnológico, ya disponemos de soluciones que no solo son capaces de adaptar las rutas, recursos, etc. de forma reactiva, sino que son capaces de predecir, en base a complejos algoritmos, posibles problemas u oportunidades y adelantarnos a ellas.
El Open Data permitirá beneficiarse de estos datos incluso a empresas con pocos recursos, y fomentará el desarrollo de nuevos modelos de negocio basados en la gestión y desarrollo de modelos en base a estos datos.
Auge de los wereables y el Internet de las Cosas (IOT) está suponiendo toda una revolución en el ámbito del transporte y especialmente en la industria de la logística.
Interconectar las personas y mercancías con el entorno, y recoger información en tiempo real de cada uno de ellos permite dotar a las infraestructuras de un nivel de automatización e inteligencia como no se podía imaginar hace muy pocos años.
Por ejemplo en los aeropuertos, mediante el uso de sensores y beacons, se está estudiando su aplicación para una mejor gestión de los clientes, midiendo los recorridos de los mismos, el tiempo que tardan en realizar ciertas operaciones y los cuellos de botella en determinados puntos de su recorrido.
El transporte de mercancías ha habido un gran avance en este sentido, con la implantación de tecnologías de localización que si bien hasta hace unos años se limitaban únicamente al medio de transporte, para hacer seguimiento de camiones por ejemplo, los nuevos desarrollos del IOT, ya permiten hacer un seguimiento en tiempo real de las propias mercancías, desde el almacén hasta la puerta del cliente final.
Pero si hay un ejemplo de este tipo de tecnología aplicada al transporte que está experimentando una rapidísima evolución es la de los vehículos y la conducción, donde los automóviles cada vez están mas conectados y nos ofrecen un mayor grado de información y servicios, hasta llegar al coche autónomo, exponente máximo en este sentido.
La gran cantidad de información del que disponemos en cada momento, combinado con un mayor grado de automatización, contribuirán a un aumento en la seguridad del transporte, tanto de pasajeros como de mercancía.
Los vehículos son cada vez mas inteligentes, y son ya capaces de detectar zonas de tráfico denso, atascos, obras, accidentes, etc. en nuestra ruta y recomendar otras alternativas. Esto, junto con los modelos de Smart City y Open Data, contribuirán cada vez mas a reducir la congestión en las carreteras, detectar puntos negros y disminuir la siniestralidad.
También hay ya en el mercado coches capaces de detectar peatones u otro tipo de obstáculos y frenar sin intervención del conductor, o de detectar si el conductor presenta un comportamiento atípico, por ejemplo porque ha sufrido un desvanecimiento.
En el punto anterior comentábamos el ejemplo de cómo los aeropuertos están aplicando la TIC y el IOT para mejorar la eficiencia de sus procesos. Estas mismas tecnologías permitirán también mejorar en el ámbito de la seguridad, por ejemplo con la introducción de las lecturas biométricas, que no solo agilizarán los trámites, sino que proporcionarán un mayor nivel de fiabilidad.
La gran penetración de los smartphones en la sociedad durante los últimos años, ha transformado a los usuarios en entes hiperconectados, que son cada vez más exigentes con la información. Cuanto tardará el próximo autobús por pasar por su parada, dónde está su paquete y a qué hora va a llegar, etc. son cuestiones que hoy nos parecen básicas de un buen servicio de transporte.
Este grado de conectividad, es también una oportunidad, en la industria del transporte para promocionarse y ofrecer productos y servicios, ya sea a través de aplicaciones, redes sociales o anuncios personalizados y geo-segmentados.
Al calor de estos desarrollos técnicos, la gran cantidad de información disponible y los avances en IOT, han surgido nuevos modelos de negocio para satisfacer la demanda de los usuarios, basados en recopilar y/o ofrecer toda esta información.
Pero el aspecto sin duda mas relevante, de aplicación de aprovechamiento de esta granularidad de la información es si duda los distintos modelos de economía colaborativa que, como no podía ser de otra manera, también se han adaptado al sector del transporte y la logísitca. Así surgen nuevos conceptos como el de Car as a Service, carsharing o crowdparking y compañías especializadas en este tipo de servicios como Uber o Glovo.
Pese a los grandes cambios que hemos presenciado en el último año, la velocidad de los avances tecnológicos y el relativo bajo grado de implantación tecnológica del sector, junto el desarrollo de nuevas infraestructuras y modelos de negocio, hace prever que en los próximos años el sector del transporte y la logística va a sufrir una espectacular transformación.
Todas las tecnologías que hemos comentado, trabajan de forma combinada, multiplicando su efecto en el desarrollo de los modelos de negocio y la eficiencia del transporte.
Los wereables y el IOT, junto con entornos cloud de computación y almacenamiento de datos, son las bases en las que se fundamenta el Big Data y el Open data para la generación de modelos, de los que se nutren las aplicaciones y plataformas colaborativas, que a su vez nutren de contenido los smartphones y dispositivos conectados.
La economía colaborativa y la desintermediación, son tendencias que están haciéndose hueco en todos los ámbitos de nuestra sociedad, tanto en sectores puramente de servicios como en entornos mas industriales.
En el modelo actual, las plataformas online, ya sea mediante marketplaces, aplicaciones u otro tipo de tecnologías, ponen en contacto a proveedores y usuarios, facilitando además que los propios usuarios puedan ser proveedores, algo que no está exento de polémica, debido a su introducción en actividades fuertemente reguladas, que aun carecen de normativa adaptada a los retos y peculiaridades de este nuevo entorno.
La economía colaborativa y la desintermediación, son tendencias que están haciéndose hueco en todos los ámbitos de nuestra sociedad, tanto en sectores puramente de servicios como en entornos mas industriales.
En el modelo actual, las plataformas online, ya sea mediante marketplaces, aplicaciones u otro tipo de tecnologías, ponen en contacto a proveedores y usuarios, facilitando además que los propios usuarios puedan ser proveedores, algo que no está exento de polémica, debido a su introducción en actividades fuertemente reguladas, que aun carecen de normativa adaptada.
La movilidad multimodal es el nuevo paradigma del sector del transporte, especilmente de pasajeros, donde se pasa de un concepto de “estación a estación, al modelo de “puerta a puerta” abriendo el abanico de posibilidades y nuevos modelos de negocio basados en ofrecer un servicio más completo, integrando varias formas de transporte en una única oferta.
Las nuevas tecnologías móviles, la información en tiempo real y una mayor eficiencia de los transportes, evitando retrasos e imprevistos, permiten una forma de viajar, con información bajo de manda en tiempo real y una planificación con menos incógnitas y tiempos muertos.
El coche ha sido visto hasta el momento como un producto que adquirir, siendo las alternativas caras o ineficientes. Las nuevas plataformas y tecnologías, están cambiando el punto de vista de los usuarios y facilitando una transición a pensar el este como un servicio.
La veloz evolución del sector de los automóviles hacen que los modelos resulten obsoletos cada vez mas rápido, la falta de aparcamiento, los mayores niveles de tráfico y el ahorro en costes y mantenimiento, así como el integrar múltiples gastos en un solo servicio hacen que los cada vez mas novedosos y variados tipos de servicios alrededor del coche como el carsharing o el carlending, resulten cada vez mas atractivos.
La tecnología que hace posible la conducción autónoma por parte de los vehículos ya es una realidad, y existen en el marcado ya algunos modelos que (con bastantes limitaciones) son capaces de conducir sin intervención humana.
Aun queda mucho por avanzar y muchos problemas por salvar, no solo técnicos sino también éticos, pero es una tendencia imparable, y los nuevos avances en robótica, infraestructuras y computación harán que no tardemos mucho en verlo como algo cada vez más habitual en nuestras carreteras.
Los usuarios y los vehículos no son los únicos que se adaptan conforme avanza la tecnología, y las infraestructuras deben adoptar también las TIC para dar soporte y servicio a un nuevo mercado que va a demandar de un uso mucho mas intensivo y eficiente.
No obstante, la velocidad a la que se desarrollan nuevos componentes, tecnologías y estándares, hacen que sea muy difícil para las infraestructuras, que suponen grandes inversiones y tiempos de ejecución, ya que en ocasiones, en el tiempo que se estudia y ejecuta una mejora, esta ha quedado obsoleta por una nueva tecnología.
El big data, internet de las cosas, sensores y las comunicaciones móviles son elementos clave en las infraestructuras del futuro, que deben adoptar la metodología de la Industria 4.0 en un futuro cada vez mas conectado.
Dentro de este ámbito cabe diferencial el distinto grado de modernización y digitalización que existe entre el sector de la logística y el del transporte propiamente dicho, siendo la penetración de las TIC mucho menor en este segundo.
Uno de los principales problemas que tiene el sector para modernizarse es el gran heterogeneidad en el tipo de empresas que lo conforman, mezclándose las empresas públicas con privadas y grandes multinacionales con pequeñas y medianas empresas familiares.
Esto hace que el ritmo de adopción sea muy dispar, especialmente en las empresas mas pequeñas, que no han tenido excesivos problemas para funcionar de forma más tradicional.
Informar e incentivar a las empresas de los beneficios que les puede traer la adopción de nuevas tecnologías, no solo en factores como la rentabilidad y efectividad del servicio, sino también el el trato y satisfacción del cliente, junto a la incorporación de perfiles y roles dentro de las compañías con talento y habilidades digitales, será fundamental para conseguir la transformación digital del sector.
Otro gran escollo que hay que superar es las incertidumbre a nivel regulatorio. Los nuevos modelos de negocio o tecnologías como el coche autónomo, no están contempladas en la normativa actual, lo que causa grandes dudas sobre el alcance y las posibilidades de adopción de las mismas, e insestabilidad en algunas actividades y modelos de negocio tradicionales que ven como los nuevos modelos, carentes de las mismas regulaciones, tienen márgenes mucho más amplios para operar.
Crear un nuevo marco regulatorio que sea capaz de permitir convivir modelos de negocio tradicionales, junto a los nuevos modelos, y que sea capaz de adaptarse y estar al día de los avances tecnológicos es todo un reto que las administraciones deberán asumir.
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