Las envirotech o environmental technologies han llegado para quedarse. El planeta tierra pide ayuda y lo hace de una forma que hasta el momento nunca antes habíamos visto. El cambio climático provoca miles de muertes cada año, la contaminación es una de las causas de algunas enfermedades muy graves, algunas de ellas incurables
Todo se mueve y lo hace a gran velocidad, incluido el mundo de las empresas que no solo ven en este tipo de tecnologías respetuosas con el medio ambiente una necesidad, sino también una oportunidad.
El futuro será sostenible o no será. El mundo necesita ser capaz de volver a un equilibrio que en estos momentos está perdido. El ser humano se ha dado cuenta en este inicio del siglo XXI de que los recursos no son infinitos, están limitados.
Estas envirotech han ido surgiendo durante las últimas décadas. Lo que inicialmente era un sector más, ha acabado incidiendo en todos. Cada vez más empresas buscan en estas tecnologías una forma de ahorrar, de reducir su impacto sobre el medio ambiente y proporcionar un producto o servicio adecuado sin necesidad de depender del mercado exterior.
Las envirotech son locales, una de sus características es que se basan en un movimiento o en una conexión cercana. No buscan salir de esa zona externa, sino más bien crear un círculo que sea favorable a todas las partes. A la empresa y a su entorno. Estas tecnologías son capaces de cambiar todo lo que les rodea por completo. Esta luz que hace brillar el entorno puede adoptar varios formatos de éxito.
Las envirotech más conocidas son aquellas que se dedican a crear una energía limpia. Durante siglos el ser humano ha basado su capacidad productiva en una serie de combustibles limitados. La prioridad, aunque todavía están presentes estos combustibles, es invertir los esfuerzos en conseguir energía y hacerlo sin dañar el medio ambiente.
La energía solar, eólica o térmica está en el orden del día a la hora de servir a empresas y particulares. Ahorrar en la factura energética, pero también dejar de depender en exceso ante un sistema que durante los últimos años se ha mostrado inestable, es la clave. La energía cambia de precio, nunca es estable, a no ser que se tenga una forma de producirla propia o se consiga equilibrar su subida con otras bajas.
En este sentido, uno de los ejemplos de éxito más conocido que tenemos en España es Green Power Technologies. Esta empresa fundada como Spin Off de un equipo de ingenieros aún estudiantes se ha convertido en un ejemplo a seguir por muchas.
Sus sistemas de eficiencia energética, apuesta por las renovables y optimiza el consumo de las empresas.
El desarrollo energético sostenible son las tres palabras clave ante un caso de éxito que factura 2,5 millones de euros.
Crear una envirotech es una oportunidad más de negocio ante un mundo cada vez más competitivo. Como toda empresa su finalidad es ofrecer un servicio o producto de utilidad, en el caso de las envirotech su aportación va mucho más allá.
Cada vez más países, empresas y particulares apuestan por estas tecnologías. El medio ambiente necesita la colaboración de todos, para fomentar la llegada de estas industrias se opta por subvencionadas o financiarlas.
Una envirotech es capaz de cambiar por completo todo lo que le rodea. Tienen un ciclo de vida largo que empieza ofreciendo un punto de partida a su entorno más inmediato. Donde esté una idea, será el germen del crecimiento de este tipo de empresas.
La economía sostenible es una realidad. Los nexos entre las envirotech y su entorno lo hacen posible.
La eficiencia energética, las renovables y el reciclaje son los caballos de batalla de este tipo de empresas. La tecnología se pone al servicio de las empresa y particulares para modificar para siempre todo lo que les rodea.
La tierra se queda sin recursos, pero eso no quiere decir que el ser humano se quede de brazos cruzados. El auge de las envirotech durante los últimos 20 años son la prueba más evidente de que el cambio es posible y está muy presente. Llega una nueva era a partir de este 2021 en el que la crisis nos rodea, las envirotech acaban siendo la única luz al final del túnel.
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