La pandemia del Covid-19 ha puesto de relieve la importancia de la conectividad y la digitalización en el ámbito corporativo. También ha supuesto una aceleración del proceso de transformación digital para las empresas, aunque no se ha dado de forma equitativa en todos los sectores de actividad.
En base al índice DESI, España se sitúa en el puesto número 13 en la integración de la tecnología digital en la empresa. El uso de sistemas TIC es el ámbito en el que las organizaciones se encuentran más aventajadas, mientras que tienen tareas pendientes en el uso de la nube y el análisis de macrodatos.
Es requisito indispensable que la digitalización se adapte a las necesidades de cada compañía. Por supuesto, la dirección debe tomar un compromiso firme e involucrarse en el proceso. La formación de los empleados es uno de los principales requisitos para que una compañía tenga éxito en la transformación digital.
Una forma de llevar esto a cabo, es transmitir mediante los canales de comunicación oportunos la información acerca de los cambios y las tendencias.
De lo que se trata es de identificar oportunidades en el mercado que permiten optimizar tanto tiempo como recursos a través de la innovación. El eje central de todas las estrategias debe ser la satisfacción de los clientes.
No existe un método milagroso que garantice el éxito, pero es importante que todas las empresas, con independencia de su tamaño y sector de actividad, hagan un análisis en profundidad de sus fortalezas y debilidades para identificar en cuál de los cuatro niveles de madurez digital se encuentran. Partiendo de esta base, pueden elaborar una estrategia a largo plazo y un plan de acción.
Apenas han explotado el potencial de Internet y no tienen aplicaciones móviles. Están empezando a plantearse iniciativas digitales para no quedarse atrás, pero la dirección continúa mostrándose reacia al cambio.
Tienen los canales digitales medio desarrollados, pero aún no han trabajado en el canal móvil, el más importante en la actualidad. Se están esforzando por iniciarse en la cultura digital ya que se han dado cuenta de la necesidad de transformarse.
Para construir una cultura digital. Todos los canales digitales están plenamente desarrollados y ofrecen a los clientes una experiencia omnicanal completa. Cuentan con un análisis de datos muy acanzado y ponen a los clientes en el centro de su estrategia.
Tienen un enfoque Customer Centric, incorporando la microsegmentación a su estrategia. Cuentan con un plan estratégico plenamente enfocado a las iniciativas digitales, y todas las áreas de negocio están en sintonía con las nuevas tecnologías.
Las últimas disrupciones tecnológicas implican un nuevo paradigma para las empresas. Estos avances, junto con el desarrollo de nuevas herramientas, permiten a las compañías encontrar nuevas oportunidades de negocio. La revolución digital es una realidad, y va a implicar a todos los sectores.
En plena era digital, las empresas deben adoptar la tecnología Big Data para procesar grandes cantidades de datos digitales, cuyo procesamiento es imposible con los sistemas informáticos convencionales. Las tres principales características que definen el Big Data son las siguientes: volumen, velocidad y variedad.
Por su parte, el Machine Learning, o aprendizaje automático, es una herramienta dentro del campo de la Inteligencia Artificial cuyo objetivo es dotar a las computadoras de la capacidad de aprender.
Un algoritmo de Machine Learning desarrolla la capacidad de modificarse a sí mismo para adaptarse con precisión a los datos que está procesando. De este modo, un sistema con Big Data y Machine Learning puede captar diferentes tipos de problemas con los datos y resolverlos al mismo tiempo.
Las organizaciones actuales se enfrentan a un volumen tan grande de datos y de una complejidad tal que, para ser analizados y procesados, necesitan tecnologías basadas en procesamiento distribuido.
Los grandes pilares estratégicos que más atraerán las inversiones tecnológicas de las compañías en la próxima década son: Customer Centric, ciberseguridad, eficiencia operativa y transformación digital. Una de las principales tendencias es el Machine Learning, enfocado a faciliar operaciones y fomentar la automatización robótica de procesos.
IBM ha creado un sistema de inteligencia artificial capaz de debatir con un humano o incluso hacerle cambiar de opinión.
La tecnología avanza y lo hace con la mirada puesta en un futuro en el que el ser humano adquirirá un papel protagonista. Las grandes empresas buscan la forma de usar esta inteligencia artificial para poder potenciar sus capacidades. Esta revolución empresarial dará paso a una nueva era que será capaz de dar un paso de gigante en esta realidad marcada por la inteligencia artificial.
Los chatsbots se usan en un gran número de páginas webs para interactuar con el cliente. Es una manera de tener las 24 horas cubiertas, dependiendo de las palabras clave que el cliente use, el robot responderá. Es decir, son unas respuestas automatizadas que nada tiene que ver con la inteligencia artificial, sino más bien con un mecanismo que sigue unas pautas.
Detrás de ese robot hay un ser humano capaz de decir qué necesita esa persona. No existe la posibilidad de una respuesta adecuada, solo hay unos patrones que repite una y otra vez, la personalización se pierde por completo.
La inteligencia artificial tal como ha demostrado IBM puede ir un poco más allá. El gigante de la tecnología ha sido capaz de crear un sistema capaz de debatir con una persona y hacerla cambiar de opinión.
En el sector de las ventas, millones de empresarios ya se han frotado las manos ante una manera de utilizar la tecnología que les puede ayudar a ganar mucho dinero. Una respuesta adecuada o una capacidad de persuasión, que, de momento, solo el ser humano posee.
Según datos de la consultora Gartner, la Inteligencia Artificial ha crecido un 270% durante los últimos cuatro años. Este sorprendente crecimiento se debe a una necesidad cada vez mayor de automatizar algunos procesos que las empresas repiten una y otra vez. Poder disponer de un asistente capaz de eliminar trabajo y de optimizar recursos se ha convertido en el sueño de la mayoría de las compañías.
El 52% de las empresas de telecomunicaciones ya ha desplegado chatbots que hacen uso de la IA para sus páginas webs. Una manera de conseguir mantener el escaparate abierto, el de una web que les permite ofrecer un producto a sus clientes con un elemento capaz de responder cualquier duda. Los chatsbots son el primer paso hacia esa revolución empresarial sin precedentes.
El gran paso de la Inteligencia Artificial pasa por poder ser predictiva, es decir, adelantarte al usuario o entender qué es lo que necesita. Con unas consultas similares o una información de comportamientos idénticos, la máquina puede responder, aunque le faltará un aspecto indispensable para poder avanzar, los sentimientos.
Esa capacidad del ser humano de incluir los sentimientos en cada palabra o de mezclar ciertas emociones o frases hechas, son los que no puede copiar la inteligencia artificial.
La inteligencia artificial, llegará a su máximo esplendor cuando sea capaz de interactuar con los usuarios de la misma forma que lo hace con otro ser humano. De lo contrario, el resultado no será el que consiga imitar o interactuar correctamente con otro.
La mente, más allá de la programación puede dar lugar a grandes modificaciones en el tipo de tecnología a la que nos enfrentamos en un futuro no muy lejano.
La inteligencia artificial puede convertirse, según algunos especialistas, en un complemento, pero no sustituir al ser humano. Dependerá de la manera en la que cada persona sea capaz de relacionarse o necesite, la mente no puede copiarse, aunque el avance de IBM es importante, de momento no puede aplicarse
La predicción o el análisis de las tendencias de consumo son la clave de un sistema de Inteligencia Artificial que puede ayudar en atención al público, pero es igual de valioso en el departamento de compras.
Medir el comportamiento de los usuarios y ofrecerles el producto antes de lo esperado o encontrar la manera de realizar campañas publicitarias a medida puede ser vital.
En unos tiempos en los que los dispositivos electrónicos son la puerta de entrada a casa del cliente, en el que el mundo virtual le gana la partida al físico, la relación con la inteligencia artificial es inevitable. El futuro pasa por la automatización en muchos aspectos de la atención al público.
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