Casi siempre que se analiza la inversión en tecnologías y digitalización en la empresa, se muestra la contradicción que existe entre la relevancia de algunas cuestiones y el dinero que se destina a las mismas. La ciberseguridad suele ser un buen ejemplo de ello, ya que todas las compañías se muestran preocupadas y consideran una prioridad tener un sistema fuerte, pero la mayoría no transforma eso en planes de inversión. Sin embargo, el último estudio publicado por Accenture podría poner negro sobre blanco en la cuestión, ya que según este, la ciberseguridad genera valor a corto plazo y podrían obtener ingresos con la misma.
El Noveno Estudio Anual del Coste del Cibercrimen publicado por Accenture alcanza una conclusión que si bien no es nueva, debería provocar una reflexión en el mundo de la empresa. Sobre todo en aquellos casos en los que no se esté prestando la suficiente atención a la partida de inversión en ciberseguridad, por mucho que sea una prioridad en los objetivos.
El cibercrimen sigue creciendo de forma imparable, y cada vez es más costoso para las organizaciones incrementándose también los costes y tiempos de resolución de los problemas que les ocasiona.
Quizás la mayor diferencia entre las conclusiones de este estudio y de los muchos otros que se han presentado hasta la fecha y en los que se reflejan las conclusiones recién citadas sea el enfoque hacia la generación de valor.
De hecho, se muestra un cálculo preciso que indica que se podrían generar hasta 5,2 millones de dólares en los próximos cinco años si las empresas comprendieran cómo incrementar el valor de su actividad habitual con la ciberseguridad.
El año pasado, el número de violaciones a la seguridad se incrementó un 11%, pasando de 130 a 145 de media. El otro dato llamativo resulta ser el del crecimiento del coste del cibercrimen para las empresas, ya que se produce una multiplicación de dos dígitos pasando de 1,4 millones de dólares a 13 millones de dólares.
Esto indica que cada vez cuesta mucho más dinero frenar a los ciberdelincuentes y, además, los mismos se vuelven más especializados y apuestan por una gran variedad de amenazas precisamente por la innovación empresarial a la que se enfrentan con sus ataques.
Sin embargo, el estudio apunta como solución una mejora preventiva de la ciberseguridad para atajar el cibercrimen. De hecho, lo plantea cómo alternativa única a un descenso del coste del mismo.
Esos 5,2 millones de dólares son los que están en juego en el próximo lustro. Pero todavía se está a tiempo de ganarlos. De hecho, la inversión que reduzca las consecuencias de la ciberdelincuencia podría generar valor futuro, al tiempo que mejora la confianza de los clientes.
Si bien el estudio de Accenture aclara la importancia que tiene pasar de considerar la ciberseguridad como algo muy relevante para la empresa a ocuparse de ella con planes realmente ambiciosos en cuanto a la inversión, todavía son muchas las que se encuentran perdidas en su proceso de digitalización y a las que les conviene anotar cuáles deberían ser los tres pilares en los que centrarse para que se pueda generar valor:
La mayor parte de los expertos en ciberseguridad alerta sobre esta cuestión. Muchos de los ataques no se lanzan contra la organización en sí, sino contra las personas que trabajan en ella. De ese modo, las personas suelen representar la brecha de seguridad más importante. Por ello es fundamental trabajar en herramientas que garanticen un escudo en los niveles de usuario, así como en una correcta formación sobre los ataques y cómo prevenirlos para todo el personal de la empresa.
Lo que puede paralizar la empresa en caso de un ataque, así como la exposición de datos e información relevante han de ser siempre las cuestiones claves a tener en cuenta a la hora de desarrollar un plan de ciberseguridad. No son las únicas, pero desde luego sí las que pueden acarrear mayores consecuencias y, por ende, las primordiales a proteger.
La automatización o el análisis avanzado de datos son tecnologías que pueden tener aplicación en metodologías digitales como el marketing y que, al mismo tiempo, pueden utilizarse para mejorar y abaratar los procesos de ciberseguridad. Encontrar ese equilibrio y ese doble uso puede generar un alto valor empresarial y reducir los costes en el medio plazo.
Crear una división especializada en la compañía, o contratar de forma externa los servicios a través de un partner fiable son las alternativas que se abren si tu empresa ha decidido dar el paso. Puedes revisar la sección de empresas especializadas en este sector en Mallorca en nuestra página de partners empresariales recomendados.
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