El conocido como IoT (Internet of Things) es sin duda una de las grandes tecnologías de la transformación digital. Pymes y grandes empresas adoptan sus principales potencialidades para hacer sus empresas más competitivas. Entre los aspectos más importantes de su aplicación se encuentra la productividad en la empresa, un factor clave en un mercado tan complejo como el actual.
En la actualidad, el mundo ya cuenta con más dispositivos móviles que habitantes, y eso sin tener en cuenta otro tipo de dispositivos o wearables. Según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en el año 2022 el planeta contará con el doble de dispositivos que en la actualidad, más de 14.000 millones, casi doblando la población mundial.
Si a ello sumamos el incremento de interconexión que tendrán todos esos dispositivos, el potencial que esto supone para cualquier empresa a la hora de mejorar sus productos, servicios y su productividad es casi infinito.
Un ejemplo muy evidente de sus efectos lo vemos en una gran empresa como Harley Davidson, que con la implementación del IoT ha conseguido incrementar un 80% la productividad de la empresa, reduciendo su ciclo de fabricación de 18 meses a 2 semanas y mejorando la rentabilidad entre un 3% y 4%.
Incluso las industrias que parecían más tradicionales y muy lejanas a la tecnología, cada vez encuentran más motivos para realizar la transformación y aprovechar el potencial de aspectos como la sensorización.
Cabe conocer ahora cuáles son las claves para que la transformación digital suponga un efecto directo en la productividad de pymes y grandes empresas.
La posibilidad de contar con procesos monitorizados con datos en tiempo real permitirá a las empresas planificar el mantenimiento de sus dispositivos o maquinaria, por ejemplo, cuando realmente lo necesiten, modificando así los protocolos de mantenimiento periódicos actuales.
El denominado Mantenimiento Predictivo logra un ahorro de tiempo importante en este proceso que se aprovecha para las fases de producción, consiguiendo más fabricación y tiempo destinado al core del negocio.
El uso de los datos recibidos mediante la sensorización de las instalaciones o de los productos permitirá también análisis predictivos que reducirán el conjunto de errores del proceso de producción. Nuevamente, un ahorro de tiempo que se podrá emplear en las acciones que afectan directamente a la cuenta de resultados.
También la sensorización y la interconexión constante, que la empresa podrá aplicar a sus productos, será determinante en la relación con el cliente.
De esta forma, por ejemplo, si un producto tiene algún problema o error, este podrá ser transmitido al cliente a través de una app, correo electrónico u otro canal, y remitirle directamente a la posible solución a través de un tutorial.
Este y otros procesos todavía más completos hará que el servicio de atención al cliente tradicional cambie totalmente, sea más ágil y resolutivo para el cliente y le permita ahorrar a la empresa en un contacto ‘manual’ constante. Una vez más, crece la productividad de la empresa y el tiempo que la compañía puede destinar a sus objetivos finales.
La implementación del Internet de las Cosas en las compañías también será un nuevo paradigma para los propios empleados. La mejora de la productividad de la empresa no vendrá dada con la mera incorporación de la tecnología interconectada o la sensorización.
Serán los propios empleados los que incorporarán un nuevo rol en la empresa, recibirán una formación adecuada y contarán con un funcionamiento que habrá incorporado las claves de la transformación digital. Por lo tanto, una empresa con empleados también más productivos en la nueva era.
Un estudio del World Economic Forum nos muestra la importancia de la productividad del empleado con el uso del Internet de las Cosas.
Los millones de datos en tiempo real que podrán obtener las empresas afectarán directamente a la productividad. No nos referimos solo a la información de las instalaciones, los productos o los procesos.
Las herramientas, aplicaciones o servicios de análisis de datos también permitirán monitorizar el rendimiento de los equipos de trabajo, por ejemplo, entre otros aspectos. Un buen uso de los datos aportará mucha más eficiencia al conjunto de la compañía.
Otra de las tecnologías en favor de la productividad será la geolocalización. La capacidad de la tecnología para localizar objetos o personas e interconectarlos en tiempo real es un gran ahorro de tiempo para los propios empleados, que minimizarán desplazamientos, y lo mismo ocurre con las mercancías.
Un claro ejemplo de la transformación digital y la relación con la productividad mediante la geolocalización es cómo se ha reducido el tiempo de envío de cualquier producto a un domicilio o una compañía.
La comunicación entre dispositivos ha optimizado la movilidad de las empresas, algo que revierte claramente en la productividad y eficiencia a la hora de comunicarse o establecer reuniones en varios puntos geográficos, entre otros ejemplos.
La tecnología permite que contemos con empresas cada vez más seguras, y este aspecto prosperará todavía más en los próximos años. Así, en el caso del Internet de las Cosas, la interconexión y la sensorización nos permite contar con empresas, fábricas u oficinas más seguras y protegidas gracias a la gran cantidad de información en tiempo real que podemos obtener.
Además, la automatización de estos procesos hace que se puedan evitar riesgos e incidentes, reduciendo también el tiempo de solucionarlos y reestablecer la situación. Menos incidencias, más productividad y todo ello empleando menos recursos en seguridad que los de hace varias décadas.
Finalmente, si bien no nos referimos a la propia productividad de la empresa, la interconexión de los productos del mercado también revertirá directamente en la productividad del ciudadano.
Así, el constante intercambio de información entre producto y cliente optimizará su relación, que será más rápida, más eficaz y le proporcionará una productividad mayor en su día a día. Sin duda, se trata de un gran valor añadido en los productos de las compañías que apuesten por la transformación digital.
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