El mercado laboral está cambiando a un ritmo de vértigo. Las nuevas generaciones exigen contar con diferentes alternativas que les permitan conciliar de forma óptima su vida profesional y personal. Para ellos resultan especialmente importante ser parte activa de la compañía para la que trabajan. Así ha surgido el concepto Employee Experience (Experiencia de Empleado). Un término que supone un cambio paradigma laboral.
Las empresas siempre han puesto a los clientes como eje central de su actividad. No obstante, con el paso de los años las compañías se han percatado de que cuidar a sus empleados supone que ellos mismos se encargarán de cuidar a los clientes. Por lo tanto, ambas piezas son igual de importantes.
El Employee Experience se define como experiencia de empleado, la cual engloba todas las fases desde el proceso de reclutamiento hasta la interacción con la compañía como parte de ella. No se trata única y exclusivamente de RRHH, sino de todos los ámbitos con los que el empleado tendrá contacto tanto directo como indirecto.
Se trata de la experiencia que vive a diario el empleado en su puesto de trabajo, sin ningún tipo de compromiso con la empresa en cuestión. Si dicha experiencia es positiva, el trabajador será más productivo y creativo. Además, su compromiso con la compañía aumentará de forma notable.
Más allá de la propia felicidad y satisfacción de los trabajadores, cuidar la Employee Experience supone una reducción de las bajas laborales y el absentismo. Por supuesto, la rotación del personal disminuye considerablemente.
Cuando una determinada compañía diseña una estrategia para crear la mejor Experiencia de Empleado, lo primero y más importante es determinar los objetivos. Dichos objetivos deben ser realistas, alcanzables y medibles. Este último aspecto es muy importante porque de lo contrario la compañía no podrá observar el éxito de las medidas adoptadas.
El Employee Experience no es algo estático, sino dinámico. No se trata de una experiencia que pasa en un determinado momento, sino que es una constante que debe mantenerse durante toda la vida laboral de cada empleado dentro de la empresa. Es importante tener en cuenta que cada persona puede vivir la experiencia de forma muy diferente. En cualquier caso, la implementación busca que la empresa tenga un ambiente agradable, en el que los trabajadores sean más felices y productivos.
Este es un gran cambio paradigma laboral. En pleno Siglo XXI, en el que las máquinas y los dispositivos lo controlan absolutamente todo, las personas pasan a ser la parte más importante de las empresas. Los empleados felices tienen mayor compromiso, y son más productivos y creativos. Y esto es algo fundamental.
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