La era digital ha modificado por completo los patrones de comunicación en todos los ámbitos. Uno de los aspectos más destacados ha sido el concepto de movilidad, pues la eclosión de los dispositivos móviles ha abierto un nuevo espectro de posibilidades para el conjunto de la sociedad y para el terreno empresarial.

El uso de smartphones o tablets ha crecido exponencialmente, y las pymes y empresas son conscientes de que su relación con el cliente a través de la red o de otras herramientas se producirá cada vez mes por este canal.

Es por ello que las vías de comunicación a través de estos dispositivos se ha convertido en un factor clave de la estrategia de muchas pymes. Entre las utilidades más eficaces, las empresas han acudido al desarrollo de apps que cumplan con la función de comunicarse con el cliente o el público objetivo.

Como podemos observar, el uso y la generación de ingresos de las aplicaciones móviles mantiene su crecimiento, que según las previsiones puede llegar a los 188 mil millones de dólares en 2020.

El crecimiento del tráfico móvil en detrimento del de desktop ha motivado a muchas empresas a optar por el desarrollo de una app, obteniendo resultados muy positivos y ganando nuevos usuarios o clientes gracias a las posibilidades que ofrece la aplicación en términos de movilidad o conectividad durante todo el día.

El desarrollo de una app móvil, pese a contar con pocas funcionalidades, significa siempre una inversión que puede ser importante si nos centramos en la actividad de las pymes. Es por ello que, antes de tomar una decisión sobre su desarrollo, es importante que la empresa se plantee las necesidades y objetivos que tiene y, después, confirme si la implementación de una app móvil puede lograr los resultados buscados.

Algunos de los principales objetivos que puede lograr una app para el crecimiento de las pymes son:

Aquí una de las preguntas clave. ¿Qué puede determinar el éxito de nuestra app? En primer lugar, la estrategia y objetivos deben estar muy bien definidos. Una app muy completa y diseñada puede quedarse en nada si no contamos con una buena planificación y unas acciones marcadas.

En cualquier caso, existen algunas orientaciones interesantes que nos ayudarán a desarrollar una app con más garantías de éxito:

• Útil y práctica: si queremos que un usuario o cliente vaya a la app store y descargue nuestra aplicación, debemos ofrecerle un uso claro, práctico y que agilice su acción a la hora de comprar nuestro producto, leer nuestros contenidos o contratar un servicio.
• Carga rápida: como ocurre con las páginas web, la velocidad de carga de una aplicación puede determinar que un usuario siga navegando por ella o se marche. Es por ello que la optimización de carga es un paso importante para lograr nuestros objetivos.
• Un espacio claro de consulta: si queremos ser cercanos al cliente y fidelizarlo, es importante que nuestra app tenga siempre una ventana a la conversación con él. Un chat instantáneo o un formulario ágil son algunas de las utilidades más comunes.
• Diseño limpio: los usuarios buscan aplicaciones lo más claras posibles. Hay que huir de diseños recargados, apostar por tonos y formas que aporten tranquilidad y armonía.
• En todas las plataformas: si queremos llegar a más clientes potenciales, la programación de la app deberá estar presente en la máxima cantidad de app stores

Son muchos los condicionantes que influirán en el buen funcionamiento de una app para las pymes. Sin embargo, como ocurre con la implementación de todas las innovaciones tecnológicas en los negocios, el análisis previo, la planificación y la estrategia son el primer paso para el éxito.