Objetivos:

Lo primero que debemos hacer antes de empezar a trabajar es definir los objetivos web.

Marcar la meta que queremos conseguir es fundamental a la hora de crear una página web profesional de éxito. La experiencia nos dice que la primera toma de contacto del cliente con tu empresa/negocio es casi siempre a través de tu sitio web.

Por eso, es completamente vital y necesario conocer quién es tu cliente, cómo te busca, cuáles son sus necesidades, qué hace la competencia y, a pesar de hacerlo bien, cómo poder hacerlo mejor.

Usabilidad web:

A día de hoy, la usabilidad web es uno de los pilares básicos en el mundo de la comunicación online. ¿Por qué? Porque en este mundo en el que vivimos gobernado por los relojes y las prisas, somos impacientes. Buscamos atajos que nos permitan llegar pronto y la competencia vive a un solo click.

Por eso cuidamos con especial mimo que el diseño de todos los sitios web tenga un fácil y agradable manejo.

Optimización SEO:

En una página web, antes de empezar a diseñar, programar o publicar hay que pensar muy bien cómo nos buscará la gente y, lo más importante cómo nos encontrará. Por eso, es necesario empezar a trabajar en el posicionamiento SEO antes incluso de pensar en el diseño web.

En Refineria no sólo te asesoramos sobre qué hacer para posicionar tu página web en los buscadores, sino que nuestra programación está orientada hacia el SEO desde la primera línea de código. Cuidamos las palabras clave y todos los pequeños detalles que cuentan en el resultado final.

Maquetación:

Una vez que tenemos listo el diseño gráfico de la página web, es decir, es el turno de los programadores.

Cada elemento que antes hemos pensado, pesado, medido empieza a coger forma desde la creación de una jerarquía de las etiquetas H correctas, pasando por CMS (Content Management System) hasta las funcionalidades más complejas que puede llegar a necesitar tu página. Como, por ejemplo, un motor de reserva o una tienda online.

Programación:

En el desarrollo de una página web, la programación es la etapa que transforma las ideas y diseños visuales en una experiencia digital funcional e interactiva. Mientras el diseño define la apariencia y la estructura de la interfaz, la programación se encarga de construir todo lo que sucede “detrás” para que el sitio funcione correctamente en cualquier dispositivo y navegador.

Este proceso incluye la creación del frontend (lo que el usuario ve e interactúa, utilizando lenguajes como HTML, CSS y JavaScript) y del backend (la lógica del servidor, gestión de bases de datos y funcionalidades dinámicas, con tecnologías como PHP, Python, Node.js, entre otras).

Diseño responsive:

Debemos afrontar una realidad: el número de usuarios que navegan desde su móvil aumenta cada día. De hecho, hay sectores donde el tráfico desde el móvil ya supera a los usuarios que acceden desde su ordenador.

Es por eso que ofrecer un diseño adaptado a los móviles ya no es ni un lujo ni una extravagancia, es una necesidad. Desde Refineria, cada página web que sale del horno, lo hace adaptada para verse divinamente desde todos los dispositivos

Gestor de contenidos:

Tal como evoluciona tu negocio, evolucionan las ideas, los servicios, las estrategias y, cómo no, las páginas webs.

Por eso, cada uno de nuestros proyectos web cuentan con un gestor de contenidos intuitivo, fácil de utilizar y adaptado a las necesidades de tu negocio. Es decir, cambiar el contenido es cosa vuestra. Podréis modificar y actualizar imágenes siempre que queráis, generar nuevo contenido o crear nuevas entradas en el blog.