Internet de las cosas es un concepto que se refiere a la interconexión de los objetos cotidianos con la red o entre ellos. Fue propuesto por Kevin Ashton en 1999 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde se realizaban investigaciones en el campo de la identificación por radiofrecuencia y de las tecnologías de sensores.
Se calcula que todo ser humano está rodeado, al menos, de entre 1000 a 5000 objetos. La función del Internet de las cosas es conectarlos con la red. De ese modo, se conocería exactamente su ubicación, cómo se consumen, si están encendidos, apagados, extraviados, etc. Es una tecnología muy poderosa y en constante crecimiento.
Actualmente, el término Internet de las cosas se usa con la denotación de conexión avanzada de dispositivos, sistemas y servicios que va más allá del tradicional máquina a máquina. Su aplicación se está expandiendo a todos los sectores y a continuación se analiza su uso en algunos en concreto.
Esta tecnología ayuda a mejorar la calidad de los productos y a optimizar los procesos. La aceleradora Orizont, especializada en startups del sector, explica algunas de las funciones que se pueden aplicar en el campo y la ganadería:
El uso del Internet de las cosas permitiría sustituir al conductor, a través de un sistema de cámaras, radares, GPS y sensores. Al estar equipado con software de planificación de proyectos, estos vehículos sabrían qué hacer en cada momento.
El reconocimiento de los límites del terreno a trabajar se haría a través de la introducción de un mapa.
Los agricultores pueden utilizar estas naves no tripuladas para conocer en tiempo real el estado de sus cultivos. También permiten realizar fumigaciones con precisión. En este sentido, destaca la aplicación que ya se está haciendo de ellos en Polonia.
En este país se están utilizando como complementos de las abejas para impulsar la polinización mundial.
Permiten a los agricultores mantener control sobre temperatura, humedad y tamaño de la fruta o cultivo. Todo esto con un simple vistazo a un teléfono móvil o tablet. Esta tecnología posibilita optimizar el momento exacto para utilizar fertilizantes o fungicidas.
La ayuda de sensores permite a los ganadores controlar los movimientos de los animales, así como su nutrición y capacidad productiva. Esta tecnología sería un sistema ideal para evitar robos y llevar a cabo recuentos.
Las fábricas son otro de los sectores en los que el uso del Internet de las cosas puede mejorar notoriamente los procesos de producción. Permite manejar todo tipo de datos en tiempo real. Estas son algunas de las posibles aplicaciones:
Facilitaría obtener una coordinación y asignación de recursos en el momento preciso. Además, permite optimizar la producción adaptándose a la demanda del mercado e introducir la personalización en los procesos.
El Internet de las cosas sería una solución a cambios repentinos en las condiciones óptimas (variaciones en la temperatura, por ejemplo).
El uso de esta tecnología permitiría optimizar la gestión del stock, informando de la necesidad de comprar un producto. Podría servir como complemento al trabajo de una persona o como sustitución, automatizando directamente el pedido. Se podría aplicar tanto en fábricas, como en los puntos de venta físicos u online.
El Internet de las cosas permitiría conocer la ruta exacta que está siguiendo un camión o si un contenedor está retenido en un puerto de embarque. Además, puede ofrecer información en tiempo real sobre las condiciones de los productos (temperatura, humedad, roturas, etc.).
Como se ha visto, esta tecnología se está expandiendo a sectores muy diferentes. A continuación se analizan algunos casos de éxito del uso del Internet de las cosas:
En 2010, Alaska fue sacudida por una fuerte tormenta llamada Icepocalypse. Comenzó con fuertes lluvias acompañadas de un clima inusualmente cálido. Cuando la temperatura volvió a situarse por debajo de cero, 1.500 millas de carreteras se convirtieron en ríos de hielo sólido. Necesitaron cinco meses para derretir todo el hielo.
Para prevenir nuevas situaciones como la descrita, Schacher (del Alaska Department of Transportation & Public Facilities) se asoció con Fathym, fabricante de una solución de seguimiento del clima llamada WeatherCloud.
Comenzaron a usar sensores móviles colocados en los parabrisas de los vehículos de mantenimiento con la función de rastrear la temperatura de la carretera, la humedad, la precipitación e incluso la frecuencia del limpiaparabrisas. Unos años más tarde, se desencadenó otra tormenta con el potencial de Icepocalypse, pero ahora Alaska estaba lista. El uso del Internet de las cosas le permitió responder a las condiciones extremas de una manera más proactiva, más precisa y más eficiente.
Desde 2014, los Boeing 787 de esta compañía aérea utilizan el Internet de las cosas para conectar todas sus piezas a la red. Gracias a esta información, pueden mejorar la seguridad de sus vuelos. “Si hay un problema con alguna pieza, lo sabremos antes de que el avión aterrice. De esta forma podemos preparar toda la reparación antes de que llegue al destino”, explica Bulman, director de IT de la aerolínea.
Cuando esta fábrica mexicana vio mermada su productividad, incorporó un nuevo dispositivo capaz de informar a los gerentes responsables ante la aparición de problemas. Su función era facilitar la comunicación de los trabajadores y ayudarles cuando lo necesitasen. Las líneas que cuentan con este nuevo sistema han aumentado su eficiencia en un 25%.
Esta empresa ha centrado sus esfuerzos en mejorar la interacción con sus clientes. Para ello, invirtieron en una tecnología que permite, a través del móvil, conocer qué usuarios están en sus instalaciones. Esto les permite mandarles información relevante justo en ese momento. Con ello, consiguen que sus comunicaciones sean interesantes y de ayuda. Por algo son la cadena de gimnasios más grande del mundo.
La empresa Gartner (una investigadora tecnológica) calcula que en el año 2020 habrá unos 26.000 millones de dispositivos con este sistema de conexión. Los usos del Internet de las cosas son múltiples, expandibles a cualquier sector y una garantía de éxito.
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