El CIO (director de tecnologías) ha cobrado un nuevo rol en la empresa moderna. La importancia de la implementación de alta tecnología le ha situado entre los cargos ejecutivos más importantes, a la vez que desarrolla funciones transversales para desarrollar estrategias innovadoras y de máximo rendimiento.
En plena era de la digitalización de la empresa, la figura de los técnicos y responsables que intervienen de forma directa en la implementación y gestión de la tecnología ha cobrado especial relevancia. Entre todos ellos, el CIO (Chief Information Officer) o director de tecnologías (Information Technology Director) es el cargo de máxima responsabilidad en todos los procesos tecnológicos de la compañía.
Si en décadas anteriores su figura era importante, la época actual le ha conferido un protagonismo mayor que ha modificado en parte su papel y funciones dentro de la empresa. En este artículo vamos a profundizar en el papel del CIO en la empresa actual y sus principales áreas de actuación.
El rol del CIO en la empresa relacionado con su cargo ha vivido una evolución importante en los últimos años. El hecho de que la tecnología sea determinante en el crecimiento y la cuenta de resultados de las compañías también a elevado la importancia del papel del director de tecnologías.
Por este motivo, el CIO ha pasado de contar con papel más cercano al de técnico o responsable de un departamento a disponer de cargos ejecutivos de la empresa. Con esta nueva responsabilidad, el CIO ha entrado a formar parte de las reuniones de los más altos cargos de las empresas (CEO o Director Ejecutivo, CFO o Director Financiero y el resto de cargos ejecutivos de una empresa, consejo de administración, etc.). En esta posición, la función del CIO se sitúa en el órgano de máxima decisión de la empresa, una situación que años atrás no vivía.
Como máximo responsable en tecnologías, deberá dar respuesta junto a sus homónimos ejecutivos sobre la estrategia a seguir en términos tecnológicos o la implementación de la mejor tecnología. Por otro lado, sin embargo, también deberá atender a la cuenta de resultados y medir muy bien el gasto, ajustando lo necesario cuando los balances lo requieran. Será, por lo tanto, una pieza que participe en la resolución de cuestiones relativas a la tecnología, pero también las relacionadas con el conjunto del negocio.
Según un informe de IBM en el que entrevistaron a 2.500 CIOs de todo el mundo, y centrándose principalmente en los directores de tecnologías de pequeñas y medianas empresas, éstos utilizan casi dos tercios de su tiempo en actividades que fomentan la innovación.
Como máximo responsable tecnológico, el director IT debe mostrar a la organización, principalmente a los altos ejecutivos, el valor añadido y los beneficios que la implementación de nuevas tecnologías reportará a la compañía a corto, medio y largo plazo. Las altas inversiones que puede suponer la inclusión de tecnologías de automatización, sensores, software de producción, sistemas de Big Data y otras innovaciones hace que el CIO tenga la misión de convencer a la empresa de que se trata de una necesidad y de una inversión de hoy para crecer mañana.
Como mejor conocedor de las tecnologías existentes y las que se pueden implementar, buscará las mejores estrategias para ir introduciendo gradualmente soluciones tecnológicas innovadoras a la vez que se conservan las existentes que todavía pueden ofrecer un rendimiento positivo a los procesos de la empresa.
Según el mencionado informe de IBM, el 86% de los CIOs tiene previsto utilizar inteligencia de negocios y analítica, dos tecnologías totalmente innovadoras que se presumen imprescindibles en la industria del presente y del futuro. Esta vocación innovadora es esencial en el funcionamiento diario del CIO, que también deberá inculcar esta cultura a los cargos ejecutivos, a los técnicos y a todo el personal de la compañía. Se trata, por lo tanto, de un potenciador de la innovación en todos los ámbitos de la empresa, dando respuesta a los de arriba y dando ejemplo, formación y conocimiento sobre las posibilidades de innovación a todo el capital humano.
Prueba de qué comportamiento del CIO cuenta con resultados de alto crecimiento para su empresa es este gráfico. En él podemos observar como los CIOs que potencian más innovaciones como las tecnologías de inteligencia, analítica, portales de autoservicio, administración de procesos de negocio, arquitectura orientada a servicios, redes sociales, TI Verde o el desarrollo del capital humano de la empresa acaban logrando un mayor crecimiento del negocio. En la proactividad relacionada con la innovación radica una de las claves del rol del CIO que influye directamente en la cuenta de resultados.
Como puede observarse en algunas de sus funciones, el CIO cuenta con una posición complicada dentro de la empresa al encontrarse, por un lado, en el papel de innovador y generador de estrategias de implementación de nuevas tecnologías; y por el otro, el de argumentador ante el ejecutivo de la empresa de la necesidad de una alta inversión para mejorar el volumen de negocio.
Como cualquier compañía, desde la dirección de la empresa se demandará al CIO que el ROI (retorno de la inversión) crezca año a año. De ahí la dificultad del director de tecnologías para equilibrar el nivel de inversión, y por lo tanto de gasto, con los nuevos clientes, ventas y, por lo tanto, ingresos, que generará esa inversión.
Por lo tanto, la mejora del ROI por parte del CIO dependerá de dos factores que deberá controlar y optimizar en todo momento.
En primer lugar, deberá elegir la mejor estrategia y seleccionar las mejores soluciones tecnológicas para adaptarlas al máximo a las necesidades de los clientes y a la demanda del mercado. Aquí encontraremos elementos esenciales como la automatización de procesos a través de la tecnología o las nuevas estrategias para llegar a clientes.
En segundo lugar, deberá optimizar al máximo los recursos existentes en la empresa, reduciendo gastos si es necesario en procesos tecnológicos que se acercan a la obsolescencia y han reducido su rendimiento para dar paso a nuevas tecnologías. En este punto encontraremos la unificación de infraestructuras o la reducción de costes producidos por la automatización de procesos del paso anterior.
Esta doble función del CIO bien aplicada ha confirmado buenos resultados y un mayor crecimiento de las organizaciones en las que se ha logrado el equilibrio entre innovación y economización de recursos.
Como indica la gráfica, los CIOs que invierten más tiempo en la implementación de nuevas tecnologías e iniciativas de negocio o en creación de planes de innovación logran que el crecimiento de la compañía será mayor. Por contra, los CIOS que invierten más tiempo en la solución o administración de procesos de tecnologías en curso reducen el ritmo de crecimiento.
Como citábamos anteriormente, una de las misiones consistirá en motivar, capacitar y transmitir conocimiento al capital humano que interviene en los procesos tecnológicos de la empresa. Con su conocimiento del conjunto del negocio, que ahora entiende globalmente gracias a su cargo ejecutivo, el CIO podrá involucrar mejor a otros cargos y técnicos de TI en el objetivo final de la empresa.
Además, el CIO gestionará de la mejor forma posible el talento en tecnología de la empresa y capacitará, transmitirá conocimiento y motivará a estos profesionales para que remen juntos en la optimización de procesos. Ésto debe traducirse en que un porcentaje elevado de los profesionales de TI de la compañía estén trabajando también en la innovación y mejora, y no solo en necesidades o procesos inminentes o rutinarios.
Los años venideros auguran un protagonismo todavía más claro del CIO en la empresa. Su capacidad para proponer e implementar innovaciones tecnológicas que contribuyan al crecimiento de la empresa determinará en gran parte la cuenta de resultados de los negocios.
El papel del CIO mantendrá esta posición transversal dentro de la empresa, participando en las decisiones de negocio al más alto nivel y a la vez interviniendo de forma directa en la capacitación de profesionales, formación sobre las innovaciones incorporadas o generación de conocimiento.
El siguiente gráfico nos muestra como el concepto de liderazgo del CIO es esencial para el crecimiento de las empresas, y en este sentido los CIOs de compañías españolas van en el camino adecuado para mejorar sus resultados.
Al lado del director ejecutivo y el director financiero, el CIO es probablemente la pieza clave de la empresa del presente y el futuro.
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