La pandemia del coronavirus ha impulsado en gran medida la transformación del lugar de trabajo. Todas las empresas, independientemente de su tamaño y sector de actividad, han comenzado una carrera para construir un lugar de trabajo que resulte cómodo tanto para los empleados como para los clientes.
Según el informe Future of Work – Services and Solutions publicado por Information Services Group (ISG), los directivos tienen cada vez más clara la forma de pensar sobre el futuro en lo que respecta al ámbito laboral.
Casi el 50% de los empleados deben seguir teletrabajando desde casa al menos la mitad del tiempo, de forma que las organizaciones deben transformar el lugar de trabajo para solventar problemas que se dieron durante el 2020 como la fatiga de Zoom o el aislamiento social.
El marco Future Workplace de ISG señala que hay tres lugares de trabajo: el físico, el humano y el digital.
Después de la crisis sanitaria, el lugar de trabajo físico debe proporcionar un entorno seguro y flexible para satisfacer las necesidades de innovación y colaboración de los empleados.
El objetivo es garantizar una mayor productividad y, al mismo tiempo, reducir el gasto en espacio físico mediante una integración óptima con los modos de trabajo digitales.
Según las previsiones actuales, en 2022 continuará el rápido ritmo de transformación digital impulsado por la pandemia del coronavirus. Los lugares de trabajo digitales se convertirán en un estándar a nivel global. La fórmula es muy sencilla: trabajar en equipos híbridos, de tal modo que una parte de la plantilla esté trabajando en remoto y la otra de forma presencial en las oficinas. Por lo tanto, las organizaciones tienen que habilitar el trabajo en remoto y rediseñar las oficinas.
Para proporcionar flexibilidad a la fuerza laboral, es necesario implantar herramientas de colaboración y comunicación efectivas, como soluciones en la nube. Las empresas no pueden dejar de lado la ciberseguridad ya que las amenazas informáticas son cada vez más frecuentes y sofisticadas.
En 2022, los procesos basados en datos serán imprescindibles para estar a la vanguardia en el proceso de toma de decisiones. Sin embargo, el 58% de las compañías siguen confiando en su experiencia e instinto en lugar de en hechos y datos. Para no quedarse atrás, tienen que identificar los datos correctos dentro de los grandes volúmenes de datos que manejan mediante tecnologías como la Inteligencia Artificial o el Machine Learning.
La formación y concienciación en ciberseguridad son las mejores herramientas para protegerse de los ataques informáticos. Durante la pandemia del Covid-19, el teletrabajo ha irrumpido como una opción cada vez más común entre empresas de todo el mundo, lo que contribuye a aumentar los puntos susceptibles por los que puede ingresar el software malicioso.
Según una encuesta realizada recientemente, el 52% de los trabajadores quieren ser más flexibles después de la crisis sanitaria con respecto a su ubicación. El trabajo híbrido será la opción predeterminada en muchas organizaciones en los próximos años, y trabajar exclusivamente desde las oficinas será una excepción.
Si hay algo a lo que la sociedad actual debe estar acostumbrada en el entorno de trabajo es al cambio constante. En los últimos años, los avances tecnológicos han hecho que todo evolucione a un ritmo de vértigo. Hay varias tecnologías que están revolucionando los lugares de trabajo:
El Big Data, combinado con otras tecnologías como la Inteligencia Artificial, es muy útil en múltiples sectores de actividad, como la medicina o la educación. Permite gestionar grandes volúmenes de información para ayudar en la toma de decisiones.
Gracias a la tecnología inalámbrica, los empleados se pueden conectar en cualquier momento y lugar. Además, el uso extendido de ordenadores y dispositivos móviles con conexión a Internet permite mantener un contacto directo con compañeros de trabajo y clientes.
La Realidad Virtual trabaja en el mundo artificial. Consiste en crear un entorno de objetos y escenas de apariencia real sobre un entorno artificial creado por ordenador.
Cada vez más empresas optan por migrar su infraestructura, aplicaciones y datos a la nube. Se trata de una decisión estratégica que ofrece enormes beneficios no sólo para el departamento de TI, sino que también tiene consecuencias muy positivas en aspectos como la productividad y la rentabilidad. La adopción de la nube simplifica los procesos vinculados a la ciberseguridad y a la informática.
Se calcula que el gasto en servicios en la nube ascenderá a 660 billones de dólares en 2025. Uno de los ámbitos donde la aplicación de los servicios en la nube junto con el análisis inteligente de los datos está incidiendo de forma más clara es la personalización de la experiencia de los clientes. Permiten mejorar los periodos de entrega, disminuyendo los fallos de producción y los tiempos de inactividad.
Imágenes: Unsplash y Freepik
Recibe, cada dos semanas, todas las novedades sobre las tecnologías de la información para empresas.